Departamento de Disruptores Endocrinos
Coordinador: Lorena Viale (2019 – 2022) / Osvaldo Ponzo (2019 – 2022)
Miembros:
Azaretzky, Miriam, Fernández, Gladys, Lasaga, Mercedes, Leiderman, Susana, Lewitan, Graciela, Ponzo, Osvaldo, Pozniak, Silvina, Rodriguez Vidal, Dora, Sedlinsky, Claudia, Viale, María Lorena
El presente informe tiene como finalidad proporcionar a la población general, información relevante sobre contaminantes ambientales presentes en la vida cotidiana capaces de causar daño en la salud
¿Qué son los Disruptores Endocrinos? ¿Con qué enfermedades se los asociada?
En los seres vivos, los órganos con función endocrina (tiroides, paratiroides, suprarrenal, páncreas, ovario, testículo y también cerebro, hueso, tejido adiposo, entre otros), son los responsables del accionar coordinado de funciones vitales a través de la producción de “hormonas”.
Los llamados Disruptores Endocrinos (sigla en inglés EDC), son compuestos químicos extraños al cuerpo que una vez incorporados al organismo permanecen largo tiempo depositados, alterando el equilibrio hormonal y provocando consecuencias en el corto o largo plazo en la salud del individuo expuesto o de su descendencia. Pueden interferir en la síntesis, secreción, transporte, metabolismo, unión y eliminación de las “hormonas naturales” que están presentes en el organismo y son responsables de mantenimiento del medio interno, la reproducción y los procesos de desarrollo, tanto en humanos como en los animales.
Se estima que cerca del 25% de las enfermedades humanas son atribuibles a factores ambientales. En las últimas cuatro décadas se ha incrementado, sobre todo en los países más industrializados, la incidencia de enfermedades del sistema reproductor (infertilidad, malformaciones, pubertad precoz, menopausia precoz), de cánceres (ovarios, mama, testículos, tiroides), de enfermedades neurológicas (Autismo, Parkinson, Alzheimer) y de
enfermedades metabólicas (obesidad, diabetes). También, se ha reportado un aumento de 30% de partos prematuros y de niños con bajo peso al nacer en países industrializados.
Asimismo, se ha observado un alarmante declive en la capacidad reproductiva de las poblaciones de numerosas especies de animales salvajes, incluyendo invertebrados, anfibios, aves, peces, y mamíferos. Es importante destacar que las consecuencias de la exposición a EDC cobra mayor relevancia cuando ocurre en etapas tempranas del desarrollo y, en consecuencia, los grupos de mayor riesgo serán las embarazadas y los niños.
El presente informe intentará informar de manera sencilla como se puede evitar la exposición a estas sustancias mediante cambios de hábitos y compra de productos de manera inteligente. Así como conocer algunas características de los mismos.
Disruptores Endocrinos. ¿Qué características los hace peligrosos para la salud?
Los EDC se pueden encontrar en agua, alimentos, productos y artículos de consumo de uso habitual y como precursores de productos manufacturados, cuya producción mundial se ha crecido 6 veces en las últimas cuatro a cinco décadas. Existen hoy más de 85.000 sustancias químicas reconocidas hasta el momento con capacidad de ser EDC, las cuales han sido diseñadas para tener larga vida media.
Además, presentan algunas características particulares que los hacen sumamente nocivos:
a) Acción a dosis muy bajas
b) Relación dosis-efecto no lineal: pudiendo generar efectos para la salud a dosis muy bajas o altas y no a dosis de intermedias.
c) Momento de exposición: Existen periodos del desarrollo especialmente vulnerables como el desarrollo embrionario-fetal y la primera infancia.
d) Efecto cóctel: pueden actuar conjuntamente de forma aditiva y su mezcla provocar efectos nocivos en niveles de exposición considerados seguros para cada sustancia que la compone.
e) Latencia: los efectos negativos pueden manifestarse muchos años después de que ocurre la exposición.
f) Ubicuidad de la exposición: en alimentos, artículos de consumo, aire, agua y polvo doméstico, entre otros.
g) Persistencia y bioacumulación: son sustancias persistentes que se degradan con dificultad, permaneciendo años en el medio ambiente. También pueden ser bioacumulables, lo que significa que se acumulan en el organismo de los seres vivos, en especial en el tejido adiposo (grasa corporal).
¿Cómo entramos en contacto con Disruptores Endocrinos?
En los seres humanos las vías de ingreso son oral por consumo de alimentos y agua contaminados, la absorción a través de la piel, por la inhalación, por la transferencia de la madre al feto (a través de la placenta) y de la madre al hijo (por la lactancia). Podemos exponernos a EDC de formas variadas:
a) Exposición ambiental: contacto con aire, agua y suelos contaminados con sustancias de actividades industriales y rurales.
b) Exposición en los hogares: es una de las principales vías de exposición de la población. Esta vía es particularmente peligrosa en los niños, ya que por su metabolismo y comportamiento social están más expuestos a los contaminantes presentes en el polvo a través de su inhalación, ingestión y contacto directo con la piel. En bebés y niños, hay una vía de entrada adicional a través de juguetes de plástico que contienen plastificantes y que son habitualmente llevados a la boca. El uso de productos de limpieza e higiene personal serían una fuente importante de estos EDC; ejemplo de ellos son los detergentes y productos cosméticos como cremas, protectores solares, pañales, etc.
c) Exposición a través de los alimentos: entre los grupos con más contaminación se encuentran los pescados y mariscos. También las grasas, los aceites y los productos lácteos presentan concentraciones elevadas, debido al carácter lipofílico de muchos de los EDC orgánicos que favorecen su acumulación en las grasas.
d) Exposición laboral: a través de productos industriales como plástico, surfactantes, pinturas, resinas o agropecuarios.
Describiremos cada una de las “familias de EDC” a fin de informar donde se encuentran en productos de consumo hogareño y en la actividad laboral, para concientizar a la comunidad de la cercanía de estas sustancias con actividades y costumbres de la vida diaria.
Estas primeras dos familias se relacionan con la exposición a productos plaguicidas con efecto EDC. Nuestras precauciones y recomendaciones incluyen:
Esta familia se relaciona con la utilización de plásticos. Se recomienda elegir los plásticos con responsabilidad, seleccionando los más seguros (indicados en el código de reciclaje).
Las precauciones que recomendamos para evitar la exposición a esta familia de EDC son:
Esta Familia incluye productos de uso muy habitual para la limpieza del hogar y la higiene o cuidado personal. Se recomienda elegir productos naturales, revisando las etiquetas que indiquen que están libres de “parabenos”, en especial durante el embarazo y la lactancia o para niños pequeños. Las precauciones que recomendamos para evitar la exposición a esta familia de EDC son:
Se recomienda la utilización de elementos de protección para todos los que utilizan en forma habitual estos compuestos. En el hogar sería conveniente:
Se ha reportado una elevada contaminación de la fauna marina con metales y metaloides.
En consecuencia es recomendable:
Sumario
Debido a las características de estas sustancias, los métodos tradicionales de evaluación del riesgo (dosis tóxica), incluidos en la normativa vigente, no son adecuados para proteger a la población y al medio ambiente frente a los EDC.
Ante el nuevo reto que suponen estas sustancias para la protección de la salud y del medio ambiente, es necesario utilizar un nuevo paradigma. Aplicar el principio de precaución, y adoptar medidas urgentes para eliminar o reducir la exposición a EDC, en particular la exposición de niños y mujeres en edad reproductiva, sobre todo en embarazadas y lactantes.
Podemos reducir la exposición a EDC y otros contaminantes ambientales, evitando la compra de productos que los contienen y adoptando hábitos de compra, alimentación, limpieza y vida que reduzcan la exposición.
También es importante que las autoridades ambientales y/o sanitarias editen materiales para informar cómo reducir la exposición a sustancias tóxicas.
En cualquier caso, para reducir la exposición de toda la población y del medio ambiente, es necesario adoptar medidas políticas y normativas que eviten la producción y utilización de estas sustancias, sustituyéndolas por alternativas más seguras y que se reduzcan las emisiones industriales, entre otras medidas. Para ello es necesario un constante monitoreo gubernamental de los potenciales efectos de disrupción endocrina de sustancias industriales ya en uso y de aquellas que son sintetizadas para su introducción en el mercado industrial.
Lectura recomendada
World Health Organization. State of the science of endocrine disrupting chemicals: An assessment of the state of the science of endocrine disruptors prepared by a group of experts for the United Nations environment. Programme (UNEP) and WHO, (2013) 296 http://www.who.int/ceh/publications/endocrine/en/ accessed 18 September, 2015