Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo
Hormonas Bioidénticas
En su sentido literal, una Hormona Bioidéntica (HB) tiene la misma estructura molecular que una hormona que se produce en el organismo.
Múltiples HBs son utilizadas a diario y están aprobadas por diferentes organismos que regulan el uso de medicamentos, entre ellos la FDA (Food and Drug Administration). Ofrecen una amplia variedad de dosis, formas de presentación y vías de administración debiendo cumplir con estrictos controles de calidad, advirtiendo contraindicaciones, dosificación, riesgos y efectos adversos de su uso. Los ejemplos más habituales son, 17β estradiol, progesterona micronizada y testosterona, hormonas que son utilizadas para reemplazar a las producidas en el organismo en pacientes con condiciones médicas que así lo requieran bajo estricto control médico para reemplazar la acción de la misma y no cómo efecto anti envejecimiento para lo cual no fueron diseñadas.
Un aspecto preocupante son aquellas HBs que no están aprobadas por los entes reguladores y no cumplen con todos los requisitos antes descriptos. Esto hace más difícil su dosificación, control de dosis, conservación de las drogas a administrar y eventuales efectos secundarios. En la última década, ha existido un significativo crecimiento de esta industria, fuera de los organismos de control, promocionado por fuertes estrategias de marketing y un respaldo publicitario de celebridades (ej. “chip sexual”). Su popularidad se ha basado en la falsa creencia de que son “naturales” y por ende más seguras y menos riesgosas que las hormonas sintéticas. Otro motivo de preocupación es que estas hormonas son indicadas en pacientes sin déficit de las mismas (en las cuales su uso no está indicado y pueden generar complicaciones por su mal uso) bajo supuestos beneficios no del todo aclarados. Por otro lado, existe el atractivo por el “contenido personalizado”, que está fundado en regímenes de monitoreos complejos, como pruebas hormonales salivales, que son poco fidedignas y no están aprobadas a la fecha como métodos válidos de seguimiento.
Las distintas sociedades científicas, como la Endocrine Society o la North American Menopause Society, entre otras, no respaldan la seguridad y la utilización de estos productos. Esta es la posición, también, de la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo (SAEM) y es el motivo de este comunicado conjunto realizado por los departamentos de Andrología y Endocrinología Ginecológica.
Dado la amplia disponibilidad de hormonas aprobadas, producidas en instalaciones controladas, con una alta calidad de seguridad y eficacia, no hay justificación para la prescripción de HBs “personalizadas” y que pueden ser potencialmente dañinas y/o ineficaces. Es necesario desterrar por completo la creencia de que en la práctica cotidiana no se utilizan HBs, cuando sí se hace y se utilizan preparados farmacéuticos de calidad y de alta seguridad.
Departamento de Endocrinología Ginecológica
Departamento de Andrología